Bike Mice from Mars es un juego programado y publicado por Konami y distribuido por Nintendo para Super Nintendo en 1994, coincidiendo su llegada a España con marzo del mismo año. Se trata de un juego de carreras de motos, basado en la serie de animación Bike Mice from Mars, o como se la tituló en España. Motorratones de Marte.
En el juego podemos escoger entre 6 corredores distintos, tres por parte de los buenos y otros tres del bando de los "malos". Las carreras se desarrollan con una vista isométrica, en carreteras llenas de trampas y elementos que nos irán muy bien, como las flechas que nos impulsarán a gran velocidad. También habrá rampas que nos permitirán realizar espectaculares saltos. Pueden jugar dos jugadores, y tanto el modo de un jugador como el de dos cuentan con los mismos modos de juego, que son Main Race (Carrera Principal), Battle Race (Carrera Batalla) y Practice (Práctica). En los dos primeros modos tenemos la posibilidad de ir a la tienda, donde podemos mejorar nuestra moto e incluso dotarla de armas. El modo dos jugadores se desarrolla con la famosa pantalla partida.
El apartado técnico es más que que decente. Los gráficos de los motoristas están muy bien hechos y se mueven rápidamente, además de que son coloristas, con un scroll fantástico. Los diferentes circuitos son igual de coloristas, y muy variados, originales y con detalles de calidad. La música es cañera, todas encuadradas en un estilo rockero que le va muy bien al juego, y además las guitarras eléctricas y baterías están muy bien simuladas. Los efectos de sonido también son de calidad, con buenas digitalizaciones de voz del comentarista, y de los impactos, explosiones, choques y derrapes.
Es un juego de Konami, y eso significa muy buena jugabilidad en la mayoría de los casos, y esta no es la excepción. Cualquiera de los seis pilotos es fácil de manejar, igual que todas y cada una de sus acciones, además de que responde muy bien a las órdenes que reciba por parte del pad. Los variados modos de juego también contribuyen ha subir la nota global de la jugabilidad.
El juego tiene un total de 30 circuitos diferentes, todos ellos muy variados. También disponemos, cada vez que atravesemos la línea de meta, de una habilidad especial de un solo uso, que va desde detener el tiempo y por ello a los demás motoristas, hasta convertir a un rival en un tubérculo con patas o ganar velocidad. Algunas de estas habilidades tienen cierto tono de humor irónico, como la capacidad de convertir al rival en grasa de motor o el susodicho tubérculo con patas.
En resumen, un excelente juego de conducción, muy divertido y con grandes dosis de humor. Muy recomendable.
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