Girl's Garden es un juego programado, publicado y distribuido por Sega para SG-1000, saliendo a la venta únicamente en Japón entre diciembre de 1984 y febrero de 1985. Se trata de un muy divertido arcade que es técnicamente quizás el mejor juego de la consola, y que además es el debut de dos míticos de la compañía, Yuji Naka (integrante del mítico Sonic Team y creador de Sonic) y Hiroshi Kawaguchi, quien posteriormente sería uno de los compositores musicales más importantes de Sega, componiendo músicas tan reconocibles como las de OutRun o AfterBurner.
En el juego controlamos a una chica llamada Papri, quien en cada nivel debe entregar un número concreto de flores a su novio Minto para evitar que la deje y se vaya con otra chica llamada Cocco. Las flores deben cogerse cuando están en su máximo esplendor, porque si se cogen demasiado pronto no se aumentará el contador de flores recogidas, y se cogen demasiado tarde, cuando empiezan a marchitarse, el contador disminuirá, sobre todo si ya están negras. Durante cada nivel debemos evitar una serie de peligros, que incluyen estanques y los osos que atacarán a la chica, y que le harán perder uno de los corazones que tiene, que actúan a modo de vidas. Para ayudarnos contamos con un número limitado de botes de miel que harán que los osos no nos ataquen durante un tiempo. También habrá un pájaro que volará por el decorado y que arrojará de vez en cuando objetos, entre los que hay manzanas y cerezas, corazones extra o relojes para tiempo extra, pero también calaveras, que nos harán perder un corazón.
El apartado técnico está muy bien. Gráficamente resulta un juego espectacular para un sistema tan limitado como SG-1000, y casi parece que pertenece a un sistema de superiores características. Se nos muestran unos sprites para Papri y Minto bien realizados y reconocibles, movimientos fluidos para la chica y unos osos y pájaros que se mueven rápidamente. El escenario está bien construido, siendo éste colorido y bastante detallado, y las montañas del fondo quedan la mar de bien. Musicalmente no está nada mal, pese a las limitaciones del sistema, con unos efectos de sonido simples pero efectivos.
En cuanto a la jugabilidad, la mecánica del juego es puramente arcade, por lo que se nos presenta un planteamiento muy simple, pero que proporciona grandes dosis de diversión y adicción, a lo que ayuda también un control sencillo y una muy buena respuesta a las órdenes que debemos transmitir por medio del pad de la consola. El juego cuenta con un ilimitado número de fases, las cuales tienen un crecimiento progresivo de la dificultad, sobre todo con respecto a los osos, los cuales son cada vez más agresivos y rápidos.
En resumen, un muy divertido arcade para SG-1000 que supuso el debut para Yuji Naka y Hiroshi Kawaguchi. Muy recomendable.
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