Rad Racer II es un juego programado, publicado y distribuido por Squaresoft para NES en junio de 1990 como secuela de Rad Racer, aunque a diferencia del primer juego, que salió en Estados Unidos, Europa y Japón, esta secuela se quedó en Estados Unidos. Se trata de una secuela con muy poquitas novedades, siendo así un muy buen juego de conducción estilo OutRun pero demasiado parecido al primer juego de la saga.
El juego tiene un estilo muy semejante al primer juego, con muy pocas novedades, y se ve casi como una expansión de Rad Racer con nuevos circuitos, y las únicas novedades que se incluyen son un nuevo turbo que permite a nuestro coche llegar a los 410 km/h y una flecha que nos indica la dirección que debemos tomar cuando vienen curvas.
El apartado técnico está muy bien. A nivel gráfico, es un juego muy similar, aunque está algo mejorado, sobre todo con lo que respecta a los diferentes escenarios, mucho más detallados que en el juego anterior, además de que los circuitos son más anchos. Se mantienen los diferentes vehículos bien diseñados, empezando por el nuestro, la buena recreación del scalling y la buena sensación de velocidad. El lado negativo está en la música, ya que en lugar de dejarnos escoger entre tres melodías como en la primera parte, ahora solo contamos con dos, aunque de buena calidad. Se puede optar por desactivar la música, que es la única forma de escuchar muchos de los efectos de sonido, ya que quedan eclipsados por una música que suena demasiado alto.
En cuanto a la jugabilidad, nos encontramos con el típico arcade de conducción estilo OutRun, y con muy pocas novedades con respecto al primer juego, aunque sigue siendo muy adictivo y divertido, con un control muy sencillo y una muy buena respuesta a las órdenes transmitidas por el pad. Como el primer juego, tenemos un acertado número de fases y con un nivel de dificultad elevado al exigir precisión a la hora de tomar las curvas y adelantar a los demás vehículos.
En resumen, una secuela de Rad Racer muy divertido aunque demasiado parecido a la primera parte. Muy recomendable.
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