After Burner II (Mega Drive)

After Burner II es un juego programado por AM2 y publicado y distribuido por Sega para recreativa en 1987, siendo después portado a otros sistemas como Mega Drive, Amiga, MS-DOS, PC Engine o Sega Saturn. La versión de Mega Drive fue lanzada al mercado en 1990 en forma de un cartucho que, pese a los recortes sufridos, es muy fiel a la recreativa original. Se trata de un divertidísimo simulador de aviones que recuerda a clásicos del cine como Top Gun o Águila de acero.

Debemos pilotar un F-14 Tomcat Jet Fighter mientras derribamos a los enemigos y esquivamos los proyectiles que nos disparan. El tipo de juego recuerda a Space Harrier, es decir, vemos al avión desde la cola y los enemigos se nos van acercando desde el horizonte, pequeños al principio al estar en la lejanía y poco a poco ganarán tamaño cuando estén más cerca. En algunos momentos, los misiles limitados que podemos disparar serán repuestas por otro avión, que se conectará al nuestro. El objetivo del juego es cumplir cada una de las etapas perdiendo la menor cantidad de vidas posible. También hay que indicar que este After Burner II tiene muy pocas diferencias con el primer After Burner, entre las que figuran la adición de 3 fases más y que los misiles se pueden disparar con más frecuencia.

El apartado técnico, sin llegar a la altura de la recreativa, es muy decente, y más teniendo en cuenta que es un juego que salió en 1990. El avión están bien diseñado y se mueve muy bien, a la vez que los enemigos también están muy bien realizados. Los escenarios son coloridos, detallados y bien definidos, aunque los efectos de scalling son muy pobres comparados con la recreativa y faltan muchos detalles de la recreativa, como el coche de Out Run, que sí sale en la versión arcade. Las melodías son variadas y suenan muy bien, extraídas directamente de la recreativa, aunque de menor calidad, mientras que los efectos de sonido extán muy bien realizados y acompañan perfectamente a la acción frenética.

En cuanto a la jugabilidad, hay que decir que el manejo general del avión es la mar de sencillo, aunque los controles horizontales no vuelven por sí solos a la posición central como en la recreativa, lo que hace difícil mantener el nivel de vuelo, pero esto se compensa con la rápida respuesta al pad. Es asimismo un juego de dificultad ajustada y progresiva, aunque al ser versión directa de arcade el número de fases puede llegar a hacer escaso. El juego cuenta con un total de 23 etapas diferentes en los que la dificultad irá aumentando progresivamente.

Como conclusión, tengo que decir que estamos ante una muy buena conversión de la recreativa original, sobre todo pensando que se trata de un juego de 1990, cuando todavía no se había visto todo el potencial de la consola, y que además es un juego muy divertido y adictivo. Muy recomendable.