Adquisiciones de Julio

Cuatro son los juegos que me he comprado el pasado mes de julio, dos de los cuales me vinieron en un mismo pack y los otros dos los compré independientemente. Son dos juegos que considero grandes clásicos de la consola. Estos son Mickey Mania, Strider, Wonder Boy in Monster World y el magnífico y único Comix Zone, el único de todos estos grandes títulos que en su tiempo tuve en propiedad, el último que compré cuando tuve la Mega Drive.

Mickey Mania, conocido con el título más completo de Mickey Mania: The Timeless Adventures of Mickey Mouse, es un juego de plataformas protagonizado por Mickey Mouse en el que se recrean algunas de las primeras películas de animación del popular ratón de Disney, lo que influye en su ambientación, y todo por culpa de que debe viajar por el tiempo. Por ejemplo, la primera fase se desarrolla en el primer corto protagonizado por Mickey, lo que implica que vemos todo (excepto al Mickey que controlamos) en blanco y negro. Un muy buen plataformas y, aunque personalmente me gustan más los juegos de Mickey programados por Sega, resulta muy divertido. El juego salió en Mega Drive y Super Nintendo, pero la versión de la máquina de Sega es superior al incluir algún nivel más y contar Mickey con un número mayor de voces. El juego me vino con caja y con un manual de instrucciones fotocopiado.

Junto con este juego me vino el gran clásico Stider, una muy buena conversión de una recreativa de Capcom reprogramada por Sega, lo que significa que nos encontramos ante un excepcional juego de plataformas y acción protagonizado por uno de los ninjas más conocidos del mundo de los videojuegos, Strider Hiryu, que destaca por su original espada y por su capacidad de engancharse a las paredes y a las bases de las plataformas. Además, el juego cuenta con unos jefes muy originales, sobre todo el primero, que es una especie de gusano formado por los miembros del congreso de la U.R.S.S. Un juego que disfruté en su momento porque me lo dejaron y que quería recuperar porque me gustó mucho. Este me vino con caja pero sin manual de instrucciones.

Wonder Boy in Monster World es el segundo juego de la saga Wonder Boy que apareció en Mega Drive, y el primero de la consola en pasarse al estilo aventurero que cogió con el tiempo la serie. Por eso mismo nos encontramos con un juego que combina muy bien las plataformas con el rol, dando lugar a un título muy entretenido y adictivo de un estilo similar a Ys III o Popful Mail, del que pienso que es la secuela del gran Wonder Boy III: The Dragon's Trap de Master System. Este juego también me vino con caja pero sin manual de instrucciones.

El último juego que me llegó es como dije antes el último que me compré en su tiempo, y que quería recuperar porque lo considero como mi segundo juego favorito de Mega Drive, y este es el singular Comix Zone, un originalísimo beat'em up que incluye algo de plataformeo y de resolución de puzzles, pero lo que destaca por encima de todo es la ambientación, porque se desarrolla todo dentro de un cómic al que el protagonista es enviado por el villano de turno, que no es otro que el villano principal del cómic, el mismo que el protagonista ha dibujado. La ambientación del cómic está muy conseguida, inspirándose en los cómics americanos de los 90 e incluyendo las onomatopeyas típicas y los bocadillos. En ocasiones aparecerá la mano del malo para dibujar nuevos enemigos que nos pongan las cosas más difíciles. También destaca una banda sonora rockera inspirada en clásicos del rock alternativo como Nirvana o Peal Jam. Tan buena era la banda sonora (aunque la calidad de audio era mejorable) que junto con el juego se incluía un CD con versiones cantadas de algunos de los temas del juego, interpretadas por un grupo creado al efecto, Roadkill, con el compositor de las melodías a la cabeza, el gran Howard Drossin. El juego me vino completo, con caja e instrucciones, aunque sin el CD, pero poco importa, porque el CD sí lo conservo.

Como extra a estas compras, he recibido un regalo muy especial de un poblador de El Otro Lado, Luceid, y no es otra cosa sino un manual de instrucciones de Sonic the Hedgehog, que era lo único que me faltaba del gran regalo que me hizo en su día Molsupo. Estoy eternamente agradecido a los dos. Y ahora toca quemar los mandos con mis nuevos juegos.