Super B.C. Kid, conocido como Super Bonk en Estados Unidos y como Chou-Genjin en Japón, es un juego programado por RED Entertainment y publicado y distribuido por Hudson para Super Nintendo en 1994, llegando al mercado europeo en abril de 1995. Se trata de la cuarta entrega de la saga Super Bonk o B.C. Kid, según región, que se estrena en "el Cerebro de la Bestia" después de tres juegos para TurboGrafx-16, lo que significa que estamos ante un muy buen plataformas protagonizado por un personaje simpático y carismático.
Controlando al simpático héroe, debemos ir atravesando cada uno de los escenarios con el objetivo de llegar al final de cada uno de los niveles. Para esto, B.C. Kid es capaz de realizar un gran número de movimientos, pero lo mejor de todo es que también es capaz de transformarse si consigue el item apropiado, que tienen la forma de caramelos de diferentes colores. Entre estas transformaciones podemos encontrar la que nos convierten en una especie de monstruo o la que nos vuelve diminutos, que debemos emplear para pasar por zonas estrechas. Otros movimientos que puede realizar el protagonista son saltar, correr, dar cabezazos contra el suelo o golpear flores. Unas de ellas nos servirán de trampolín o para lanzar a los enemigos, mientras que el otro tipo de flores guardarán en su interior valiosos items. Cada nivel tiene una o más salidas que nos llevan a diferentes niveles. Al final de cada mundo nos esperará, cómo no, un peligroso jefe de fin de fase.
El apartado técnico es muy bueno. Bonk o B.C. Kid (como prefiráis) goza de la misma simpatía y expresividad que ya tenía en sus aventuras para PC Engine, y además cuenta con unas animaciones muy buenas. A esto hay que añadir que hay un buen número de enemigos variados, entre los que destacan como siempre los jefes finales. También hay que destacar la calidad de los escenarios, que resultan variados, detallados, bien ambientados y muy coloristas. El aspecto sonoro también es para tener en cuenta, y en él destaca una banda sonora con melodías variadas, de buena calidad e idóneas para el juego y unos efectos de sonido sencillos, pero muy eficaces.
Entrando ya en lo más importante de todo buen juego que se precie, la jugabilidad, hay que decir que B.C. Kid goza un control muy sencillo, y aunque puede realizar un buen número de movimientos diferentes, amén de sus distintas transformaciones, todas estas acciones son muy fáciles de hacer, a lo que hay que añadir una muy buena respuesta a las órdenes transmitidas por el pad. Además, cuenta con un número de fases decente, aunque le pasa como a las entregas de TurboGrafx-16, y es que la dificultad es bastante baja, tanto que a veces es difícil perder una vida. Seis serán las etapas que deberá atravesar nuestro intrépido héroe para llegar al final de su aventura, y entre los items que puede encontrar en su viaje hay corazones rojos para rellenar los corazones de vida, corazones negros que le dan un corazón extra, flores que nos envían a las fases de bonus, items de inmunidad o los caramelos que nos permiten transformarnos antes indicados.
En definitiva, un estupendo juego de plataformas para Super Nintendo que, pese a que resulta demasiado fácil, la verdad es que es un juego muy divertido y entretenido. Muy recomendable
Admito la valía de este personaje, y su incursión en el género fue muy aplaudida.
ResponderEliminarCon razón debo añadir.
Aunque a título personal nunca me terminaron de enganchar sus aventuras.
Curiosamente no fue así con el peculiar shoot'em up que protagonizó para PC Engine.
Por alguna razón lo disfruté bastante más.
El shoot'em up ese también tiene una calidad muy notable. Son todo cuestión de gustos.
EliminarEste lo jugue en su día gracias al Copion de Super Nintendo. Por este motivo, durante años, no supe como se llamaba. En el disquette ponía "Niño cabezón" tal cual.
ResponderEliminarSolo tenia fugaces recuerdos de mi niñez, hasta caí que era B.C. Kid
Pues lo del niño cabezón le viene bien xddddd
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