jueves, 9 de agosto de 2012

Toonstruck

Toonstruck es un juego programado por Burst Studios y publicado y distribuido por Virgin Interactive para PC y Mac en 1996 y que en su tiempo pasó por el mercado sin pena ni gloria, lo que significó la cancelación de una segunda parte que estaba pensada antes de que el juego se pusiera a la venta. Se trata de una aventura gráfica muy divertida protagonizada por Christopher Lloyd, el inolvidable Doc de la trilogía Regreso al Futuro.




El juego mezcla gráficos digitalizados para el sprite del protagonista con fondos y personajes dibujados. El tipo de juego es un point-and-click clásico donde tenemos que apuntar al objeto o persona deseado y dar al botón derecho del ratón. Tanto el botón derecho como el izquierdo nos sirven para caminar, pero mientras que el derecho nos sirve para ejecutar una acción sobre algo (ya sea abrir puertas o hablar con los personajes), con el izquierdo analizaremos a ese algo. En las primeras pantallas del juego se nos hará entrega de una bolsa sin fondo, que nos valdrá para guardar los objetos que vayamos recolectando, y veremos su icono en la parte inferior izquierda de la pantalla. Para acceder a la bolsa bastará con darle clic encima. Tendremos también un compañero de aventuras llamado Flux, al cual podemos usar para ayudarnos a superar algunos obstáculos.



El apartado técnico es muy bueno. El sprite digitalizado del personaje interpretado por Christopher Lloyd está muy bien realizado y cuenta con buenas animaciones. También nuestro compañero animado tiene un buen diseño y tanto él como los diversos y extraños personajes que pululan por el juego se mueven muy bien. Los escenarios son coloridos y variados, con gran cantidad de detalles, y los personajes, especialmente los animados están bien integrados en ellos. Cuenta con buenas y simpáticas melodías, acorde a una película de dibujos animados y que amenizan bien el juego, junto a unos efectos de sonido muy bien realizados, resaltando por encima de todo las voces de los personajes. El juego cuenta con un final abierto, porque los programadores ya estaban pensando en la secuela, pero las bajas ventas del título les impidió acabarla.



En cuanto a jugabilidad, es un juego que destaca por la precisión en el uso del ratón y por la sencillez de los menús, cosa que ayuda bastante a hacerse con el control del juego. Tiene una duración parecida a otros juegos del estilo y algunos puzzles y acertijos complicados, pero tampoco es de las aventuras gráficas más difíciles.



Drew Blanc es un animador de dibujos animados y el creador original del Show Fluffy Fluffy Bun Bun. Este espectáculo ha sido un éxito sin precedentes de diez años para su empresa, pero en realidad los muchos bonitos conejos parlantes que protagonizan el espectáculo le enferman. A su creación auto reverenciada, Flux Wildly, un pequeño personaje morado que habla sabia y sarcasticamente, se le ha negado la oportunidad de protagonizar su propio show. El jefe de Drew, Sam Schmaltz (interpretado por Ben Stein),  le encarga la tarea de diseñar más conejitos aparte de la coprotagonista del Fluffy Fluffy Bun Bun Show para la mañana siguiente. Sin embargo, el animador deprimido asiente pronto y sufre un bloqueo artístico agudo. Despierta a la mañana siguiente para encontrar inexplicablemente su televisión encendida, anunciando el Fluffy Fluffy Bun Bun Show. De repente, Drew misteriosamente es dibujado en la pantalla del televisor y transportado a un mundo de caricatura bidimensional idílico poblado por sus propias creaciones, entre muchos otros personajes de dibujos animados. Pronto entabla amistad con Flux Wildly (Dan Castellaneta) y descubre que este paraíso ficticio está siendo asolado por un despiadado nuevo personaje con una maliga arma devastadora, una máquina voladora equipada con un haz de rayos que muta el paisaje agradable, infantil y a sus habitantes a oscuras, trenzadas y malignas versiones de sí mismos. Se le da la misión de perseguir y detener a este loco, restaurando así la paz y la armonía a la tierra, a cambio de un paso seguro hacia la realidad tridimensional.



Como conlusión, tengo que decir que es un juego muy entretenido, una gran aventura gráfica que no tuvo el reconocimiento necesario en su época para propiciar su secuela. Muy recomendable.


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