Super Hang On es un juego programado por Sega AM2 y publicado y distribuido por Sega para recreativa en 1987 y luego portado a otras consolas como Megadrive, Amiga, ZX Spectrum o Game Boy Advance. La versión de Megadrive llegó a Europa en enero de 1991 como una fantástica conversión del arcade. Se trata de un juego de motos de excelente calidad, que sin duda es uno de los mejores de este género en la 16 bits de Sega.
El juego cuenta con dos modalidades de juego, al igual que sucedía con el Mercs. Una es el modo Arcade, que se trata de una conversión directa de la recreativa, con los mismos circuitos y las mismas melodías. Este modo recuerda bastante, por lo menos a mí, al gran Out Run. La segunda modalidad es el modo Origjnal, en el que empezamos con una moto con piezas de baja calidad y el objetivo es ir ganando carreras contra distintos rivales. Cada vez que ganemos una carrera, se nos compensará con dinero, que debemos usar para comprar mejores piezas y contratar a mejores mecánicos y representantes. También hay que tener en cuenta que cuanto más nos caigamos en los circuitos más dañados acabarán nuestras piezas, así que habrá que cambiarlas.
El apartado técnico es bastante bueno, muy similar a la recreativa. El sprite de los motoristas está muy bien realizado, aunque todos son muy parecidos, cambiando únicamente el color. Donde más se nota la calidad de este programa es en los diferentes circuitos y en la excelente sensación de velocidad. A pesar de que la sensación de velocidad no llega al nivel de la máquina, aunque esté cercano en este aspecto, los gráficos son bastante más parecidos a la recreativa. La música suena genial y es la misma que se puede disfrutar en la versión arcade, y además se le asemeja mucho, y los efectos de sonido no están mal, aunque quizás es el aspecto que menos se parece, aunque repito que también suenan bien.
En cuanto a la jugabilidad, se mantiene intacta. El control de la moto es sencillo, así que acelerar y frenar, además de girar a izquierda y derecha, es lo más fácil del mundo, a lo que hay que añadir una respuesta perfecta a las órdenes del pad. Además es un juego muy divertido y con una duración más que aceptable, sobre todo el modo original.
No hay mucho más que decir sobre este juego. Solo su magnífico parecido con la versión arcade, sustituyendo el scalling, que no se pudo reproducir, por rutinas consistente en dibujar los objetos del borde de la carretera en diferentes tamaños, y colocarlos en función de la distancia a la que estemos, obteniendo, de este modo, un pseudoscaling. También se puede elegir la música que deseemos antes de empezar un circuito, como en Out Run.
En resumen, un magnífico juego de motos que en mi opinión es el mejor que hay en Megadrive junto con los Road Rash, y superior a la recreativa al añadir el modo Original. Obra maestra.
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