Darkman es un juego programado, publicado y distribuido por Ocean para ZX Spectrum, NES, Amstrad CPC and Commodore 64 en 1991, y siendo más tarde portado a Game Boy y Atari ST. La versión de Game Boy se lanzó en Estados Unidos en diciembre de 1992 en forma de un cartucho que contiene un juego muy diferente (y también muy superior) a la versión de NES, encontrándonos en esta ocasión con un atractivo beat'em up basado en la película de Sam Raimi del mismo título.
De esta forma, manejando al protagonista de la película tenemos que recorrer los variados decorados, muchos de los cuales están extraídos directamente de la película. En nuestro camino nos encontraremos con enemigos de todo tipo a los que debemos derrotar a base de golpes, y por supuesto que al final de cada fase nos encontraremos con un jefe, aunque también hay subjefes que tratarán de liquidarnos por todos los medios. Para ello podemos golpear usando los dos botones de la portátil. Con A daremos puñetazos siempre que miremos a la izquierda, y con B también pegaremos, pero en caso de mirar a la derecha. En caso contrario, el personaje dará un patada hacia atrás y se dará la vuelta. Como en muchos beat'em up, el juego dispone de tiempo para llegar a unos determinados checkpoints, y si se nos acaba antes de llegar perderemos una vida, aunque en esta ocasión el personaje no tendrá una animación de muerte, solo se le reducirá el número de vidas.
El apartado técnico no está nada mal. Los sprites del protagonista y de los variados enemigos tienen un tamaño considerable, están correctamente diseñados y cuentan con unas animaciones bastante decentes. A destacar también el gran número de enemigos diferentes que nos encontraremos en la aventura. Por otra parte, los decorados son variados, detallados, y pese a la ausencia de color, están muy bien ambientados, yendo desde las calles de la ciudad hasta fábricas. La banda sonora cuenta con melodías variadas, bien compuestas y con buena calidad de audio, pero tampoco son nada del otro mundo, mientras que los efectos de sonido acompañan correctamente a la acción sin tener un protagonismo excesivo.
El sistema de control baja unos cuantos enteros la jugabilidad del cartucho. Y es que a mí nunca me gustó eso de tener que pulsar un botón diferente para golpear de un lado o del otro, o lo de tener que pulsar los dos botones al mismo tiempo para saltar. Aún así, una vez acostumbrados nos encontraremos con un control sencillo y con unos movimientos muy fáciles de hacer, a lo que se añade una correcta respuesta al pad. Por otro lado tiene un acertado número de fases y una dificultad que tira a alta, sobre todo en los enfrentamientos contra los jefes finales.
El argumento del juego está basado en el de la película, en la que Payton Westlake es un brillante científico que ha logrado crear una piel sintética que tiene el inconveniente que se deshace a los 90 minutos. Sin embargo, una banda de criminales hace explotar su laboratorio en el que buscan un documento. Aunque todo el mundo le da por muerto, en realidad logra sobrevivir, aunque con horribles quemaduras en la mayor parte de su cuerpo y con un incremento de su fuerza gracias a un tratamiento experimental que recibe en el hospital consistente en cortarle los nervios para que no sienta dolor, pero que a cambio le hace fluir la adrenalina sin descanso. Cuando acaba por huir del hospital, Payton decide utilizar su invención, que le permite simular la cara de quien desee, para vengarse de la banda. Cosa que tendrá que conseguir en varias fases que comparten todos ese estilo de beat'em up. Como ayudas, de vez en cuando puede portar las armas que llevan sus enemigos, y cada un cierto número de puntos recibimos una vida extra.
En definitiva, un beat'em up correcto para Game Boy que, aunque no es ninguna maravilla (como si son sin duda Double Dragon I y II para la misma consola), consigue su propósito de entretener, aunque por momentos se me haga un poco repetitivo. Recomendable.
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