Donald in Maui Mallard (Mega Drive)

Donald in Maui Mallard es un juego programado por Eurocom Entertainment Software y publicado y distribuido por Sega para Mega Drive en 1995, apareciendo versiones posteriores para Super Nintendo (bastante diferente de la versión original), PC y Game Boy. El original de Mega Drive solo vio la luz en Europa y en Brasil, y en el primero saltó al mercado en diciembre de 1995. Se trata de un divertidísimo plataformas protagonizado por el Pato Donald, que si bien me parece inferior a los grandes títulos de Disney y Mickey programados por Sega, resulta entretenido y muy bueno a todos los niveles.

Controlando al pato más famoso de la historia (con permiso del Pato Lucas), debemos abrirnos paso entre los diferentes niveles con el objetivo de llegar al final de nivel y en ocasiones enfrentarse a un jefe de fin de fase. Durante todo el camino nos iremos encontrando con enemigos a los que habrá que abatir y obstáculos que habrá que solventar, aunque no siempre podemos superar los obstáculos con nuestras habilidades básicas, que son correr, saltar y disparar una especie de pistola. Sin embargo, a partir del segundo nivel se nos confiere la habilidad de transformarnos en Cold Shadow, la versión ninja del Pato Donald, lo que nos permite realizar nuevos movimientos. Lo principal es que se sustituye las pistola por un bastón de corto alcance, que le sirve tanto para abatir enemigos como para alcanzar plataformas demasiado altas para alcanzarlas de un simple salto o escalar pasadizos, ya que con él se puede agarrarse a determinados objetos o apoyarlo entre dos paredes que estén muy juntas para impulsarse hacia arriba. Sin embargo, hay que tener una cantidad suficiente de símbolos rojos de ninja para poder transformarnos, pudiendo transformarse de Donald a Ninja o viceversa.

El apartado técnico es muy bueno. Lo que destaca sobre todas las cosas es el propio sprite de Donald, tanto en su forma normal como cuando está convertido en Cold Shadow. Y es que a parte de tener un muy buen tamaño, goza de un gran diseño y de unas fantásticas animaciones. Aún sin llegar a su calidad, los diferentes enemigos que nos vamos encontrando también están muy bien diseñados y animados, y entre ellos destacan los impresionantes jefes finales. Los escenarios también han sido cuidados al detalle, resultando estos variados, detallados y muy bien ambientados, con un muy buen uso de la paleta de colores de la consola. La música también acompaña a este despliegue gráfico, con melodías tropicales a ritmo de tam-tam muy bien conseguidas, a las que se unen unos efectos de sonido numerosos, variados y de buena calidad.

La jugabilidad del cartucho también ha sido tenida en cuenta, ya que se nos presenta un control de Donald en sus dos formas muy sencillo, con un numerísimo compendio de habilidades y movimientos que no presentan ninguna complejidad para su ejecución, a lo que nos vemos en la obligación de añadir una muy buena respuesta a las órdenes del pad. Tiene además una extensión bastante interesante, y su dificultad en general está bien ajustada, aunque a medida que avanzan los niveles se va volviendo cada vez más difícil.

Maui Mallard (el Pato Donald) es un detective de visita en una isla tropical cuando desaparece el misterioso ídolo Shabuhm Shabuhm. Shabuhm Shabuhm es considerado el espíritu guardián nativo de la isla, y a menos que el ídolo sea recuperado, va a explotar toda la isla. La gente del lugar pide a Maui que se haga cargo del caso y que encuentre el ídolo antes de que sea demasiado tarde.

Y tendrá que conseguirlo en un total de 7 variadas y amplias fases. Como en todo buen plataformas que se precie contamos con un amplio arsenal de items que nos serán de mucha utilidad a lo largo de la aventura, destacando entre ellos los potenciadores de la pistola de Maui, los símbolos rojos de ninja para transformarnos en Cold Shadow y los elementos para recuperar la salud perdida, además de las siempre necesarias vidas extras.

En resumen, un muy buen juego protagonizado por el Pato Donald para Mega Drive, que si bien me parece inferior a los grandes clásicos de Sega resulta muy divertido y entretenido. Muy recomendable.