Strip Fighter II es un juego programado, publicado y distribuido por Games Express para TurboGrafx-16, saliendo en exclusiva para el mercado japonés en 1993. Se trata de un picarón juego de lucha hecho a modo de parodia de Street Fighter II, aunque protagonizado solo por chicas, con movimientos bastante sugerentes y a modo de bonus tras finalizar un combate se nos muestran escenas subidas de tono. Existe un primer Strip Fighter, pero no es un juego de lucha, sino de strip poker.
Así pues nos encontramos con un título de lucha 1 vs. 1 al más puro estilo Street Fighter II en el que seleccionando a una de las luchadores disponibles nos vamos a tener que enfrentar a las demás en un orden establecido, ganando la que supere dos rounds de un total de tres. Al igual que el juego de Capcom, para controlar a estas señoritas disponemos de 6 botones, tres de puñetazos y tres de patadas, y además cada una de ellas dispone de su propia variedad de movimientos especiales, la mayoría de ellos bastante subidos de tono. Por ejemplo, hay una luchadora en bikini que se quita el bikini para atacar con él a su rival, revelando sus encantos. Al superar cada combate se nos obsequia con un bonus en forma de imagen de una stripper desnuda.
Sorprendentemete, el apartado técnico está muy bien, sobre todo gráficamente. Y es que se nos presentan unas luchadores muy bien diseñadas, de un tamaño más que adecuado y unas buenas animaciones, sin tener que envidiar a los luchadores del propio Street Fighter II. También los escenarios gozan de un nivel de detalle muy alto, y además son variados y con un uso perfecto de la paleta de color de la PC Engine. Las melodías no llegan a este nivel ni por asomo, limitándose a cumplir su función, pero los efectos de sonido están bastante bien.
Pero es en la jugabilidad donde la cosa empieza a decaer, empezando por el control. Y es que aunque el control es todo lo sencillo de un juego de lucha estilo Street Fighter, hay que decir que la ejecución de los movimientos y ataques especiales no es ni mucho menos perfecta, siendo más bien pobre, y además la respuesta al pad no es todo lo buena que debería. Tampoco ayuda el número de luchadoras, que se queda en un escaso seis, y además se hace algo difícil por el pobre control de los personajes.
En resumen, un juego de lucha que, más allá de sus pícaros obsequios, podría ser muy digno si se mejorara el control y se incluyesen algunos personajes más. Aún así, es un juego curioso que merece ser probado. Recomendable.
Lo mejor, en mi humilde opinión, su humor irreverente, que compensa su nula originalidad.
ResponderEliminarUna pena también el control, que es muy mejorable.
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