Kamen Rider

Kamen Rider es un juego programado por Sun L y publicado y distribuido por Bandai para Super Nintendo, saliendo en exclusiva para Japón el 11 de diciembre de 1993. Se trata de un entretenido beat 'em up estilo Final Fight basado en la serie de televisión japonesa del mismo título.

Para los que no conozcan la serie, entre los que yo me incluyo, parece uno de esos seriales en los que unos héroes que pueden metamorfearse en unos héroes de trajes ridículos que luchan contra monstruos que no son más que fulanos con trajes aún más ridículos, al estilo Bioman o Power Rangers. Es un juego para uno o dos jugadores, siendo el primer jugador Takeshi Hongo y el segundo otro tipo llamado Hayato Ichimonji, empezando ambos con su forma humana, pero pudiendo transformarse en cualquier momento en Kamen Rider. Jugando uno solo o dos amigos, debemos avanzar mientras derrotamos a los enemigos, que son criaturas típicas del show, en escenarios con profundidad, por lo que podemos desplazarnos tanto horizontal como verticalmente, pudiendo usar puñetazos, patadas y los poderes de los héroes. Al final de cada fase nos espera un jefe final, teniendo en cuenta que sólo en la forma de Kamen Rider podemos darle el golpe final.

El apartado técnico está muy bien. Gráficamente destaca por unos protagonistas bien diseñados, de buen tamaño y buenas animaciones, enemigos variados que reflejan bien a los de la serie, y lo mismo va para los jefes finales. Los escenarios son variados y detallados y con buen uso del color. Las melodías están bien compuestas y suenan muy bien, mientras que hay buena cantidad de efectos de sonido de buena calidad.

En cuanto a la jugabilidad, hay que indicar que la mecánica básica es la de un beat 'em up cualquiera, pero con los poderes y personajes y transformaciones de la serie y muy bien hecho, siendo divertido y adictivo, con un buen control que permite manejar fácilmente a unos héroes que responden muy bien al pad. También tiene una buena extensión y un nivel de dificultad bien ajustado.

En resumen, un buen beat 'em up basado en una serie cutre pero con encanto. Muy recomendable.