sábado, 29 de agosto de 2020

No tan Retro: Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca (Playstation 3)

Ni no Kuni: La ira de la Bruja Blanca es un juego programado por Level5 y el Studio Ghibli y publicado y distribuido por Namco Bandai Games para Playstation 3 en 2011, siendo posteriormente portado a Nintendo Switch recientemente. La versión original del juego llegó al mercado europeo el 1 de febrero de 2013 como un muy buen juego de rol en el que Level5 se encargó de las tareas de programación y el Studio Ghibli a todo lo referente a la historia, el apartado artístico y las animaciones, sin olvidarse de la participación de Joe Hisaishi (compositor de la mayoría de películas de Hayao Miyazaki) en la música.



El juego cuenta con una vista en tercera persona, y tenemos mucha libertad para movernos por los diferentes parajes, sobre todo en el mapeado central desde el que accederemos a las diferentes localizaciones. En sí, es un juego de rol bastante típico, con sus ciudades, mazmorras, sus bosques y otros elementos típicos, además de encuentros con enemigos, aunque no son aleatorios, sino que vemos a los enemigos y cuando hay contacto se pasa al combate. Sin embargo, el juego también cuenta con sus elementos propios, siendo los más importantes los hechizos, las mascotas y el sistema de combate. A lo largo de la aventura vamos a ir aprendiendo una serie de hechizos no aplicables en el combate y que tienen diferentes usos, desde crear puertas a otros mundos hasta curar a los "descorazonados". Por otro lado tenemos a las mascotas, que son ni más ni menos que criaturas a nuestro servicio que pueden usarse para luchar contra los enemigos en nuestro lugar. El sistema de combate es en tiempo real, pudiendo mover a nuestro personaje, tanto el protagonista como cualquiera de sus mascotas, libremente por el campo de batalla, mientras golpeamos al enemigo, esquivamos sus ataques, nos defendemos o empleamos algún hechizo.



El apartado técnico es fantástico. Gráficamente se nota la mano del Studio Ghibli, tanto en el diseño de los personajes como en los fondos, teniendo así unos personajes muy bien diseñados, sobre todo el niño protagonista y curioso y simpático amigo Drippy, dotados de buen tamaño y buenas animaciones, así como una muy buena variedad de enemigos, elementos todos que usan el cell-shading para aproximarlos más a una película de dibujos animados. Los escenarios son preciosos, dotados de un apartado artístico inmejorable, siendo estos detallados y con una magnífica ambientación. Por otro lado, la banda sonora es magistral, notándose la mano de Joe Hisaishi en todas y cada una de las composiciones de corte orquestal, por no hablar de unos efectos de sonido muy bien llevados. Todo este apartado se completa con unas secuencias de animación al mejor estilo Ghibli.



En cuanto a la jugabilidad, el juego en sí es una juego de rol bastante clásico, eso sí, muy bien hecho, y gran parte de su atractivo reside en una historia y unos dibujos animados y diseños realizados por Studio Ghibli. El juego cuenta con un control preciso y fácil de usar, y los personajes responden muy bien al pad, cosa que es muy importante en los combates. Por otro lado, el juego tiene una buena extensión y un nivel de dificultad no demasiado elevado, pero tampoco es un paseo.



En resumen, un gran rpg donde se nota mucho la mano del Studio Ghibli. Obra maestra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario