Full Throttle es un juego diseñado por Tim Schafer y desarrollado, publicado y distribuido por LucasArts en 1995 para MS-DOS. Se trata de una excelente aventura gráfica de temática motera y rockera.
En el juego controlamos a Ben, un duro motero de los Estados Unidos de América, y el manejo usa el famoso motor SCUMM, es decir, que con el ratón señalamos un objeto del escenario y elegimos una opción del menú contextual. Además, hay dos estilos de juego. El primero es el típico de las aventuras gráficas, esto es, estamos en un escenario e interactuamos con las personas y o los objetos de los alrededores. Por otro lado, el estilo cambia cuando viajamos en la moto. En ella veremos unas estupendas vistas de la motocicleta y de los paisajes, y de vez en cuando tendremos que pelear contra moteros rivales. Entre las opciones típicas de hablar y realizar una acción, se incluyen las de amenazar y patear.
El apartado técnico es genial. Los gráficos de los escenarios y de los diferentes personajes son buenísimos, y las animaciones fluidas y perfectas, además de que los escenarios están muy bien ambientados. La música es sencillamente perfecta, destacando los estupendos temas de rock de la banda de moteros The Gone Jackals, y todas se adaptan a cada situación a la perfección. Los efectos de sonido también están excepcionalmente realizados, destacando la voz de todos los personajes, aunque los diferentes sonidos de la motocicleta, apertura de puertas y pasos son, sencillamente, perfectos.
En cuanto a la jugabilidad, es la típica de este tipo de juegos. Como en casi todos los juegos de este tipo, es muy fácil apuntar con el razón y darle al clic, así que en este aspecto no presenta mayores problemas.
La historia transcurre en un futuro distópico donde los vehículos motorizados están dando paso a aerodeslizadores anti gravitatorios. Un motociclista reforzado llamado Ben es el líder de una pandilla de motociclistas llamado "The Polecats". Cuando su pandilla cabalga por la autopista 9, se encuentra con una cara limusina aeodeslizadora blanca. Ben, a la cabeza, aterriza sin contemplaciones sobre la limusina, aplastando el adorno en forma de ángel. La banda no lo sabe, pero la limusina pertenece a Malcolm Corley, presidente y fundador del último fabricante de motocicletas nacionales en el país, Corley Motors. Intrigado e impresionado, Corley exige a su conductor que siga a la banda.
Cuando Ben y su pandilla se relajan en el Bar Kick Stand, se les acerca Corley. Malcolm entabla amistad con Ben con historias de sus aventuras pasadas en su motociclista. Después de un largo rato, el siniestro Vicepresidente de Corley Motors, Adrian Ripburgern entra en el bar y pide hablar con Ben en privado, fuera. Le pide a Ben que "The Polecats" aparezcan en la próxima Junta de accionistas anual de Corley Motors como escolta. Cuando Ben declina, es noqueado y arrojado un basurero por Néstor y Bolus, los malintencionados secuaces de Adrian Ripburger. Ben despierta Kick Stand e intenta contactar con "The Polecats", quien Ripburger ha convencido para que sean la escolta de Malcolm Corley.
El juego tuvo críticas encontradas. Por una parte, se le alabó su gran calidad técnica y su argumento enganchante, con sorprendentes giros y que te mete de lleno en la historia. Por oto lado, se le critica el hecho de ser muy corto y fácil. Aunque, sin duda, las partes positivas sobrepasan en mucho a las negativas. También podemos conseguir armas para los combates en moto, y eso nos ayudará en gran medida a la hora de pelearnos contra los diferentes moteros que nos vayamos encontrando por la carretera. A pesar de que en numerosas ocasiones podemos morir, cuando sucede esto se verán una animación de Ben recuperándose, tendido en el suelo, y se nos permitirá intentarlo de nuevo.
En resumen, estamos ante una excelente aventura gráfica que, pese a no ser excesivamente largo ni difícil, su estupendo argumento se hace irresistible y lo hace muy rejugable. Obra maestra.
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