Magic Boy es un juego programado por Blue Turtle y publicado y distribuido por Empire Interactive para Amiga, Atari ST y MS-DOS en 1993, siendo posteriormente portado a Super Nintendo. Esta versión fue publicada y distribuida por JVC y llegó tanto al mercado americano como al europeo en 1996 en forma de una versión bastante fiel del original, por lo que nos encontramos ante un decente juego de plataformas que aunque no es gran cosa logra su objetivo de entretener.
El objetivo de cada nivel es atrapar a todos y cada uno de los monstruos que pululan por cada escenario. Para ello tenemos que controlar al protagonista, que es capaz de disparar bolas a través de su varita mágica y de saltar. Con ayuda de las bolas lanzadas por la varita tenemos primero que aturdirlos y al pasar por encima de ellos los metemos en un saco para luego pulsar el botón para arrojarlos del saco, o lucharán por salir y al final lo conseguirán, lo cual nos hará perder una vida. Muchas veces para llegar a los enemigos tendremos que superar diferentes obstáculos o usar la habilidad del salto para alcanzar la plataforma en la que se encuentre un enemigo determinado.
El apartado técnico es bastante decente. Gráficamente resulta sencillo y en ocasiones hasta soso, pero dado el género al que pertenece el juego tampoco necesita mucho más. El sprite del protagonista, aunque en mi opinión carece de carisma, está bien realizado y cuenta con unas animaciones decentes, mientras que nos encontramos con un variado grupo de enemigos de lo más diverso. Los escenarios son también sencillitos, pero son bonitos y sobre todo muy coloridos. Las melodías tienen buena calidad de audio y son muy simpáticas, aunque tienden a repetirse en exceso, mientras que los efectos de sonido son simples pero efectivos y simpáticos.
Entrando ya en el tema de la jugabilidad, hay que decir que el juego goza de un control bastante sencillo, lo que permite que todos los movimientos y acciones que podemos realizar con su protagonista resulten muy fáciles de ejecutar, a lo que hay que añadir una muy buena respuesta a las instrucciones que tenemos que enviarle con el pad. Tiene también una extensión considerable y una dificultad progresiva, y también comparte con el género al que pertenece la diversión y adicción que proporciona, pero quizás proporcione algo menos que los grandes del género.
El juego está protagonizado por Hewlett, un joven mago que accidentalmente libera a unos monstruos y convierte a su maestro en un elefante. Hewlett tiene que corregir sus errores y encarcelar a los monstruos. Cosa que tendrá que conseguir en un total de 7 zonas compuestas por 8 niveles cada una, lo que nos la la nada despreciable de 56 niveles diferentes. Como es lógico, el juego está plagado de items que nos ayudarán a lo largo de la aventura, entre los que destacan los que nos potencian el disparo y los que se limitan a darnos puntos.
En definitiva, un decente juego de plataformas estilo Snow Bros. para Super Nintendo que pese a no ser tampoco muy bueno cumple con dignidad su función de entretener y resultar adictivo. Recomendable.
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