Sindbad Mystery es un juego programado, publicado y distribuido por Sega para recreativa en 1983, siendo portado poco después a SG-1000. El juego, que fue uno de los pocos títulos de la consola que llegaron a Europa, llegó a Europa, Australia y Japón en el mismo año que la recreativa como una muy buena conversión del original, por lo que nos encontramos ante un muy divertido arcade con una clara inspiración en Pacman, pero con sus propias características.
Al igual al igual que en Pac-Man, nuestro objetivo será controlar a un personaje, en esta ocasión Simbad, que debe recorrer un escenario en forma de laberinto mientras recoge ciertos objetos, evita a los enemigos que se va a encontrar, pero con algunas diferencias. La que nos vamos a dar cuenta nada más empezar es que los escenarios tienen como dos planes, uno inferior y otro superior, a los que se accede a través de unas escaleras. Los objetos a recoger son marcas de misión que van desbloqueando un mapa que marca la posición de un tesoro. Una vez que tengamos completo el mapa debemos dirigirnos al punto que nos indique para recoger el tesoro y que nos transporta al siguiente nivel. A diferencia de la versión arcade, que consta de 5 enemigos, en esta versión se redujeron a tres, y también cambia el número de marcas a recoger, siendo 24 en la recreativa y 12 en esta versión de SG-1000. Se mantiene por supuesto que cuando tenemos completo el mapa aparecerá un nuevo enemigo que nos perseguirá más duramente. Para evitar a los enemigos, podemos hacer agujeros para que caigan en estos y que estén un rato sin molestarnos. También podemos usar unos bloques para aplastarlos, pero hay que indicar que los enemigos son capaces de eliminar los agujeros y de romper los bloques cuando están quietos.
El apartado técnico es muy bueno. A nivel gráfico el juego mantiene una sorprendente similitud con el juego original, además lo supera en algún que otro aspecto. Esto nos muestra entonces un sprite correcto para Simbad, quien en esta ocasión es diferente al original, a unos enemigos muy bien diseñados y tanto los enemigos como el protagonista se mueven rápidamente y con una muy buena fluidez. Los escenarios van a ser bastante detallados para un juego de este estilo y para esta esta consola, siendo además muy parecidos a los originales, pero de colorido están aún mejor, con colores más claros y de una tonalidad pastel que le queda muy bien. Contamos con una melodía muy animada y que se adapta perfectamente a un juego de este estilo, y los efectos de sonido simpáticos y propios de un arcade.
En cuanto a la jugabilidad, la mecánica del juego tiene muchos puntos en común con Pac-Man, pero agrega otros detalles que le dan personalidad y lo diferencian de otros clones del juego de Namco, y en líneas generales es un juego muy divertido, con un control muy sencillo y una muy buena respuesta al mando. El juego consta de únicamente tres fases que se repiten constantemente, solo que con una mayor oscuridad y un mayor nivel de dificultad. Hay que indicar también que, debido a que solo cuenta con tres enemigos básicos y que solo hay que recoger 12 marcas, es un juego bastante más fácil que el original, y solo ya por esto mejora la experiencia del original, ya que la recreativa tenía un nivel de dificultad quizás demasiado alto.
En resumen, una muy buena versión de este clásico de recreativas de Sega que resulta aún más divertido debido a una dificultad más equilibrada. Muy recomendable.
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